La salud del corazón de muchos jóvenes adultos en Puerto Rico podría no estar en condiciones óptimas debido a hábitos poco saludables que pueden aumentar su riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y derrames cerebrales en el futuro, según un estudio reciente. Estos hallazgos indican que casi el 75% de los adultos puertorriqueños en el rango de edad de 18 a 29 años muestran puntajes deficientes en salud cardiovascular, atribuibles a un bajo rendimiento en áreas como la alimentación saludable, la actividad física y el índice de masa corporal. Este es el primer estudio que aborda específicamente la salud cardiovascular de los adultos en la isla a través de las métricas de riesgo denominadas “Los 8 pasos esenciales para mi salud”, publicadas en el Journal of the American Heart Association.
“La juventud es una etapa crucial para establecer hábitos de vida que influyen durante toda la vida”, afirmó la Dra. Milagros Rosal, coautora del estudio y vicerrectora de equidad en la salud en la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts. Destacó la importancia de comprender la estabilidad del puntaje cardiovascular en esta población, así como los factores que contribuyen a su deterioro y las posibles intervenciones que podrían mejorar su salud cardiovascular. Según datos de la American Heart Association, más de la mitad de los hombres y un 37% de las mujeres hispanas mayores de 20 años en EE. UU. padecen alguna enfermedad cardiovascular.
Las investigaciones anteriores revelaron que la salud cardiovascular de adultos jóvenes en Estados Unidos, así como de puertorriqueños en el territorio continental, es preocupante. Un estudio más pequeño había encontrado resultados similares en adultos puertorriqueños de 18 a 23 años residenciados en áreas metropolitanas como San Juan y Caguas. La Dra. Cynthia M. Pérez, otra de las coautoras del estudio y profesora en la Universidad de Puerto Rico, señaló que era necesario investigar este tema debido a la alta tasa de obesidad, inactividad y consumo de tabaco en la juventud de Puerto Rico, todos factores que elevan el riesgo de enfermedades cardíacas.
El equipo de estudio analizó datos recolectados entre 2020 y 2023 de 2,162 participantes en PR-OUTLOOK, un estudio que investiga la relación entre el estrés y los factores de riesgo cardiovascular. A los participantes se les asignó un puntaje utilizando “Los 8 pasos esenciales para mi salud”, un conjunto de hábitos y factores de salud establecidos por la AHA para fomentar una buena salud del corazón. Los parámetros incluidos fueron la calidad de la alimentación, actividad física, exposición a nicotina, duración del sueño, índice de masa corporal, y niveles de colesterol, presión arterial y glucosa en sangre. Los resultados se clasificaron como ideales, intermedios o deficientes.
Aproximadamente un 27% de los participantes alcanzó un puntaje ideal, un 69% logró un puntaje intermedio y cerca del 4% obtuvo un puntaje deficiente. Aunque la mayoría alcanzó calificaciones ideales en parámetros como glucosa, exposición a nicotina, duración del sueño, colesterol y presión arterial, los puntajes para alimentación saludable, actividad física e índice de masa corporal fueron bajos. Además, se observaron diferencias significativas entre géneros en cuatro de los componentes analizados, con el 30% de las mujeres reportando una salud cardiovascular ideal frente al 24% de los hombres, siendo estos últimos más propensos a tener menores niveles de exposición a nicotina y colesterol no-HDL.
El Dr. Olveen Carrasquillo, profesor de medicina en la Universidad de Miami, expresó su satisfacción por la recopilación de datos sobre la salud cardiovascular en Puerto Rico, que a menudo queda excluido de encuestas nacionales. Sostuvo que los resultados son un llamado a la acción para fomentar un estilo de vida más activo entre los jóvenes, ya que muchos de ellos se encuentran en una etapa crucial donde se pueden realizar intervenciones para prevenir problemas cardíacos futuros. Carrasquillo también mencionó que la crisis financiera de Puerto Rico ha desviado recursos que podrían haberse invertido en mejorar la atención médica para jóvenes.
Los autores del estudio concluyeron que es alarmante cómo los problemas cardiovasculares pueden comenzar a gestarse desde la adolescencia. Adoptar hábitos más saludables, como una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente, evitar el tabaco y mantener un peso saludable, puede ayudar a mitigar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La Dra. Pérez añadió que es crucial que tanto los jóvenes como la población en general aumenten su conciencia sobre la importancia de cuidar la salud cardiovascular, dado que los hábitos establecidos en la juventud pueden impactar significativamente en la calidad de vida en la adultez.